
Lejos de querer hacer una guía sistemática de viajes, y con la limitación del espacio y del número de fotografías casi prefiero dar unas pinceladas, orientadas al interés mayoritario de los usuarios del foro, que consiste en sacar el mayor provecho del lugar visitado desde el punto de vista fotográfico. Por ello que me imagino que cualquiera de ustedes deseara visitarme (ya algunos lo hicieron), y me planteo a que lugares le llevaría a hacer fotos.
Fuerteventura junto con la isla hermana de Lanzarote son las más áridas
de las Islas, además es la más cercana a la costa africana (97 km). Tiene una superficie de 1.659 kilómetros cuadrados, por lo que se trata de la segunda isla más extensa del archipiélago. Al noreste, a sólo 6 km, se halla la pequeña Isla de Lobos, perteneciente a Fuerteventura, con una superficie de 4,58 kilómetros cuadrados.
PARAISO NATURAL
Según establece la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos, 47.695 ha. de la isla de Fuerteventura están ocupadas por 13 espacios naturales protegidos, como las zonas cubiertas de lava del Malpaís Grande y Chico, el lugar de interés científico localizado en el Saladar de Jandía o el monumento natural de la Montaña de Tindaya, por ejemplo. Este dato nos habla de la isla como un lugar de elección para el fotógrafo aficionado a la naturaleza. Así se muestra la mítica montaña de Tindaya en una toma nocturna, que vemos arriba.
En la zona central se encuentra el macizo de Betancuria, con una cota máxima de 762 m en el Pico de la Atalaya. Al sur se hallan el istmo de la Pared y la península de Jandía, con el Pico de la Zarza a 807 m de altitud. Este último es el monte más elevado de la isla. Se trata pues de una isla que no tiene el relieve escarpado propio de Tenerife o de Gran Canaria, lo cual propicia un escenario de llanuras y elevaciones suaves, con lo cual en muchos aspectos es la isla canaria cuyos paisajes pueden recordar mas a la península ibérica. Esta vista desde el mirador de Morro Velosa, en Betancuria, nos da una idea de su relieve.

Esta montaña del municipio de la Oliva, producto de una acentuada erosión se repite en otros muchos lugares. La isla es la mas antigua y desgastada del archipiélago:

DE COSTA EN COSTA.
La longitud de costa de Fuerteventura es de casi 326 kilómetros, de los cuales 77 son de playa, lo que la sitúa en segundo lugar en cuanto a longitud del litoral, tras Tenerife, y en primer lugar en lo que respecta a perímetro de playas de las islas. En torno a las dos terceras partes de las playas son largas y de arena blanca o negra, siendo el resto de cantos rodados o mezcla de cantos y arena.
La playa mas extensa y quizás la mas salvaje es la de Cofete, situada en la cara norte de la península de Jandía. En ella es interesante intentar llegar al Roque del Moro , un magnifico monolito en la orilla, y en medio de la inmensa playa el islote…

Este hecho nos habla de un lugar donde el aficionado a la fotografía marina se encontrara en su mejor ambiente. En efecto hay playas de todo tipo y color, lo cual unido a los hermosos cielos que se pueden dar en cualquier época del año, la hacen candidata ideal al genero de las marinas.
A este efecto vale la pena mostrar playas poco nombradas en las guías de viajes, y donde los foreros locales solemos buscar encuadres. Sin duda las mejores se hallan en la costa oeste de la isla, agitadas casi todo el año por las mares de fondo atlánticas.
De norte a sur, es preciso empezar en la zona del Cotillo, con posibilidades casi inagotables. Así, nos encontramos con el Faro del Toston, rodeado de hermosos charcos que dan tema a cualquier hora del día.

La costa del Cotillo esta plagada de hermosas y diminutas calas de piedra, asequibles al baño para cualquier persona en marea baja, y con una singular riqueza geológica.

Pasado el pueblo del Cotillo, hacia el sur, donde hay numerosos alojamientos económicos y la furia del turismo no ha hecho tanto estragos como en el sur de la isla, se nos muestra las playas de Aljibe de la Cueva y el Águila hacia el sur, refugio de amantes del surf, y la curiosa playa de la Escalera, a la cual solo se accede por una rustica escalera de piedra de unos 20 m. de altura.

En la costa de Tindaya, en el municipio de la Oliva, unos caminos de tierra nos llevan a una costa rocosa y fascinante, llena de posibilidades.

Es en esta zona donde localizamos las playas de Tebeto y Jarugo, frecuentadas por surfistas y de una primitiva y ancestral belleza. Continuando hacia el sur hallamos la playa de los Molinos, con una pintoresca aldea de pescadores.
Mas al sur, en el municipio de Betancuria, se halla la costa de Playa del Valle, donde gran cantidad de calas rocosas procuran numerosos lugares con encanto. Las carreteras en esta costa están sin asfaltar, y en muchos tramos en malas condiciones, con lo cual la zona permanece en estado muy poco alterado por el hombre, además de estar en su mayor parte despoblada. En esta zona es de citar la playa del Junquillo.

La Playa del Jurado, en el municipio de Pájara, es de piedras y muestra un singular arco pétreo que mostramos en esta fotografía nocturna, con el bueno de Carloscuk para darnos una idea de su tamaño.

Continuando hacia el sur, mejor por carreteras del interior, llegamos al puertito de Ajui, con su encantadora bahía.

Es aquí donde a partir de un sendero llegamos a las grandes cuevas de Ajui, cuya fotografía es técnicamente casi imposible, pero vale la pena intentarlo.

Y si continuásemos hacia el sur, aun nos quedarían las playas de la Solapa, la de Garcey, con los restos casi destruidos del barco naufragado “American Star”, la playa casi inaccesible y misteriosa de Amanay, cuyo acceso es muy dificultoso por vehículo al pasar la carretera por un campo de tiro, obligando a una larga caminata por la costa; y de la cual ni siquiera hay fotos en internet, y ya mas al sur, cerca de Jandía las pequeñas playas de Chiguigos, Ugan , Puerto Nuevo y las mas grandes de la Pared y Viejo Rey. Mas hacia el sur se extiende un amplio jable de dunas de arena, que caen hacia el mar a pico, para llegar después a Cofete, en el barlovento de la península de Jandía.
Pero también en la costa Este hallamos numerosos lugares dignos de fotografiar. Siguiendo desde el Cotillo hacia el norte, una vez pasado el faro del Toston, hay una gran cantidad de calitas y rincones, y antes de llegar a Corralejo encontramos un pintoresco lugar, Majanicho, en una ensenada se apiñan sencillas cabañas de madera usadas tradicionalmente por los pescadores. Hacia el norte podremos encuadrar la isla de Lanzarote.
No cabe visitar la isla sin dar un salto al islote de Lobos. Para ello hay que llegar a Corralejo y desde ahí hay varios trasbordos a la isla al día. Es un lugar ideal para una excusión , en la isla no hay vehículos y se visita en una caminata de dos horas aproximadamente. Allí, además del faro de Martiño hay un pequeño poblado espontaneo donde los majoreros suelen veranear; también hay una zona de anidamiento de aves marinas donde los aficionados a la fauna pueden probar suerte, y una vieja caldera volcánica que permite tras un sufrido ascenso una gran vista. Después de todo ese camino disfrutaremos de un bañito en la playa de la Concha.

Desde el pueblo de Corralejo hay salidas asimismo cada hora hacia Lanzarote, durante todo el día, lo cual permite ampliar nuestro radio de acción hacia la isla de los volcanes.
Pero la zona de Corralejo alberga un tesoro, el parque natural de las Dunas, que, tanto por la mañana como por la tarde, muestra una singular belleza.

La costa que rodea estas dunas también tiene abundantes playas y calas, con un agua color esmeralda. Cabe citar las Playas del Moro, del Burro y de Bajo Negro.

Durante el mes de noviembre se viene celebrando un festival anual de cometas, aprovechando los fuertes vientos que suelen soplar en la zona.
La costa este, a diferencia de la oeste es mucho mas suave y menos acantilada hasta llegar al municipio de Antigua. Por aquí encontramos rincones tan sugerentes como Jablito y Puerto Lajas, típicos pueblos marineros de la isla.
Junto a Puerto del Rosario, capital administrativa de la isla, hallamos la extensa Playa Blanca, que ofrece en marea baja unos extraordinarios reflejos. En ella se halla el antiguo Parador de Turismo, construcción que a mi me agrada y actualmente hotel, aunque no en las condiciones que merece. En Puerto es de interés el parque de Esculturas, conjunto de obras dispersas por las rotondas y plazas de la ciudad ,un amplio centro comercial y un agradable paseo por su avenida marítima.

Siguiendo hacia el sur se encuentran la urbanización turística de Caleta de Fuste y después un lugar pintoresco que conviene visitar, Las Salinas del Carmen donde se halla el museo de la sal, las salinas y un esqueleto de cetáceo que no podemos dejar de fotografiar.
La costa a partir de aquí es de nuevo angosta y de difícil acceso. Ya en el municipio de Tuineje, una vez pasada la playa de Pozo Negro, famosa por las paellas que se cocinan en sus dos restaurantes, es parada obligada el hermoso Faro de la Entallada, sobre un acantilado de 156 metros de altura. Se accede al mismo por la carretera de Gran Tarajal a las Playitas.

La costa sureste de la isla, ya más poblada, comprende una sucesión de playas y respectivos pueblos marineros en cualquiera de los cuales se puede comer buen pescado: Gran Tarajal (el mas grande y uno de los lugares donde mejor se puede ver la idiosincrasia insular), las Playitas, la Lajita, Giniginamar, Tarajalejo.
En la playa de la Lajita, el fotógrafo de fauna podrá dar rienda suelta a su afición en el Zoológico Oasis Park de la Lajita, donde a diario se ofrece un espectacular show de aves rapaces en libertad, además de contar con un buen catalogo de especies animales tales como elefantes, jirafas, hipopótamos , gacelas, guepardos, linces, y todo tipo de aves. Es ideal para una excursión de un día.
Ya mas al sur, encontramos el centro turístico de Costa Calma, en la puerta a la península de Jandia, donde tras atravesar un espectacular arenal accedemos a las extensas playas de Sotavento de Jandia, donde anualmente se celebra un certamen mundial de Windsurf y Kitesurf.

Y ya mas debajo de la concurrida zona de Morro Jable, principal centro de turismo masivo de la isla, y donde podemos tomar un ferry para Gran Canaria, se accede a una gran zona desierta y salvaje, a través de la cual llegamos a la gran playa de Cofete, que mostramos anteriormente, o podemos llegar al lugar mas alejado de la isla, la punta de Jandía donde también hay un curioso faro.
EL ENCANTO DEL INTERIOR.
El ambiente natural e histórico de la isla esta condicionado por su clima. Es la isla mas árida del archipiélago, con precipitaciones anuales que en sus zonas mas altas raramente rebasan los 250mm, aunque cuenta con el beneficio de sus temperaturas suaves durante el año, como el resto del archipiélago.
Las frecuentes sequias durante su historia, desde la colonización castellana en el siglo XV, motivaron que periódicamente la población emigrara al resto de las islas, con lo cual la densidad de población siempre ha sido muy baja, existiendo amplios espacios de costa e interior despoblados. Desde un principio la agricultura cerealística de subsistencia y la ganadería caprina ayudaron a moldear el paisaje.
En esta foto vemos el pueblo de Betancuria, capital de la isla hasta el siglo XIX, situado en el interior y en una zona alta para escapar de los frecuentes ataques piratas. Posee un bonito casco histórico con una elegante iglesia y casas típicas, además de algunos restaurantes. Las montañas de Betancuria tienen un ecosistema peculiar, mas húmedo que el resto de la isla, y en los años lluviosos esconden estupendos lugares para la fotografía macro.

Esta dependencia del secano explica la presencia de los molinos, uno de los motivos más interesantes. En estos momentos se conservan unos veinte y están protegidos por el Cabildo. Probablemente, el mas bonito sea el de Tefia, situado en un parque etnográfico ( Ecomuseo de la Alcogida ) donde se puede ver la arquitectura tradicional en perfecto estado de conservación, mediante la adaptación de una antigua aldea completa.

Otro modelo peculiar de molino es la llamada “molina”. Fue inventada en la Palma y existen numerosos ejemplares aun. En la foto vemos la Molina de Puerto Lajas.

Como se puede observar, estos viejos ingenios constituyen un motivo ideal para fotografía diurna y nocturna. Entre los molinos mas conocidos, además del de Tefia, están el Molino de los Llanos de Concepcion, los dos molinos de Villaverde, el de Antigua y el de Tiscamanita.
Entre las zonas más interesantes del interior, encontramos la zona de Fayagua, situada entre Pajara y la playa de la Pared, posee un relieve atormentado y solitario que lo hacen ideal para la fotografía nocturna. Al este de esta zona, al otro lado de la dorsal montañosa se pueden visitar los áridos paramos de Tesejerague y el Cardón.

También hay otra zona con mucho potencial para esta fotografía, los llamados malpaíses que se sitúan entre Pozo Negro , Antigua y Tiscamanita. El acceso es por determinadas pistas y es la zona donde suele anidar la población de guirres (alimoches) que sobrevuela la isla y donde en medio de la noche podemos toparnos con rebaños de dromedarios semisalvajes. Hay otras zonas volcánicas en la isla, entre ellas citar el llamado Volcán de Lajares, situado entre este pueblo y Corralejo, y que es otra jornada de senderismo recomendable; muy cerca se hallan unas cavernas, la Cueva del Agua, que pueden visitarse con visita guiada, se accede por la carretera de Villaverde a Corralejo.
Cerca de este lugar , en el municipio de la Oliva encontramos el edificio de arquitectura civil mas interesante que quizás haya , la Casa de los Coroneles, un ejemplo de arquitectura colonial en perfecto estado de conservación. Durante siglos, una rica familia de nobles que prácticamente dominaba la política de la isla, habito en ella. Es un escenario ideal para modelos, si nos lo permiten. Otro edificio interesante es la Casa de Rugama, en la carretera de Puerto a Casillas del Angel.

En cada pueblo importante hallamos buenos ejemplos, otro puede ser el pórtico de la iglesia de Nuestra Señora de Regla en Pájara, o la ermita de Vega de Rio Palmas, donde se venera a la virgen de la Peña, patrona de la isla. Una agradable ruta de senderismo arranca de este pueblo, para bajar por el barranco de Ajuy donde podemos disfrutar de una orografía particular, y nos hallamos una diminuta y fotogénica ermita.
La isla se halla jalonada de numerosos pueblos y aldeas pequeños y con encanto, dignos de ser fotografiados. Un ejemplo de ellos es Toto, cerca de Pájara, donde podemos ver el ambiente agrícola típico de ellos, con los cercados de tierra arcillosa, las palmeras, los arbustos y los clásicos molinos de chicago.

Otros pueblos para ver son Vega de Rio Palma, ya citado, Tiscamanita, Agua de Bueyes, Lajares, La Oliva, Antigua, La Matilla, Tetir, La Caldereta, Vallebrón, La Ampuyenta, Tindaya, donde se halla la famosa montaña de su nombre, Tuineje, en todos ellos podemos disfrutar de este ambiente de tranquilidad y recogimiento. Pues de esto sobra en toda la isla, una vez nos alejamos de las masificadas zonas turísticas de la costa.
Merece especial atención la cantidad de casas y pueblos abandonados que nos encontramos. Uno de los clichés mas frecuentes de la fotografía nocturna (casa –castillo-mansión- abandonada) + cielo oscuro y estrellado con vía láctea o circumpolar, puede ser practicado sin reparo. Como estas casitas en la zona de la Florida, cerca de Tuineje, que he visto hasta en una película hace poco. Por el momento se puede practicar la fotografía nocturna por toda la isla con bastante seguridad, si bien no es de extrañarnos que algún vecino aparezca a los pocos minutos con su pickup para preguntar por nuestras intenciones.

Otra posibilidad de fotografía que muestra la isla son las competiciones deportivas de deportes acuáticos, entre las cuales destaca sin duda el campeonato de Windsurf y Kiteboard en las grandes playas de Jandía.
Por ultimo comentar que la isla es en determinadas épocas del año , refugio de aves acuáticas y migratorias, existiendo zonas como la rosa de Catalina García , el saladar de Jandía y la presa de los Molinos donde es posible su observación. Por otro lado la isla esta habitada por cuatro especies propias de zonas desérticas que son la avutarda o hubara, el alcaraván, la ganga y el corredor, además del resto de la fauna autóctona de todo tipo propia del archipiélago. En los años lluviosos se puede practicar fotografía macro en muchas zonas, pudiendo hallarse curiosos endemismos como la mantis pseudoyersinia betancuriae o la mariposa Euchloe belemia hesperidum.

Y con esto me despido, agradecer a Francisca la oportunidad que me ha dado de dar a conocer esta isla, sin duda un destino humilde en comparación con los espectaculares lugares que se muestran en esta sección, pero que bien merece una escapada, en mi humilde opinión. Y por supuesto, no dejen de comprar alguno de los deliciosos quesos que pueden conseguirse en cualquiera de las muchas granjas que pueblan la isla. Martinico y Javier pueden dar buena fe de ello. En los enlaces podrán encontrar abundantes fotografías que de cada sitio se archivan en Flickr.
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