Despues de una noche de niebla, viento e incomodidad en la casa de campaña, iniciamos a las 4:30 a.m. el asenso a la cumbre y crater del Volcán de Pacaya, agitados por lo dificultoso del asenso en arena suelta y con la ansiedad de llegar al crater activo antes de que salga el sol , alcanzamos la cumbre despues de 50 minutos.
Entre admiración y miedo, nos detenemos a observar lo impresionante de las rocas al rojo vivo que lanza el volcán, y como tiñen de un resplandor rojizo los gases y la niebla que cubren el crater. Bordeamos la cumbre, para llegar a la misma boca del volcán, es impresionante, la erupción es leve, pero esto nos permite estar en la misma orilla del crater, observamos que hay dos pequeños picos recién formados, los cuales escupen lava frecuentemente.
Preparo mi D100 sobre el tripode, y empiezo a hacer fotos de 15 a 30 segundos de exposición, finalmente, empieza a alumbrar el sol, y aunque el espectaculo se mantiene, pierde su intensidad, pues en la oscuridad era indescriptible.
Esta es una de las fotos que capte:
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Luego una de mis mayores inquietudes, ver lava a menos de dos metros, muy bella, parece inofenciba, pero el calor se siente:
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Para llegar a ver la anterior, caminamos entre una pequeña laguna de lava seca, como esta:
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